Consejería de Astrología - Declaraciones contradictorias - Marzo 2024

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Asesoramiento en astrología: realidades en conflicto

Cuando el gráfico dice una cosa y el cliente otra

En columnas anteriores, hemos definido el papel del consejero como el de un guía para la conciencia de sí mismo del cliente en lugar de el de ser 'divino' que le cuenta al cliente sobre sus problemas. También hemos comenzado a explorar formas de llevar al cliente a una mejor comprensión de sí mismo, reconociendo que la base para hacerlo es en un clima de confianza mutua que el cliente y el consejero construyen durante su relación. Este artículo trata sobre cómo construir esa relación de confianza incluso cuando lo que ve en el cuadro no se ajusta a lo que el cliente expresa sobre sí mismo.

En un entorno de consejería, se podría decir que hay tres realidades presentes al mismo tiempo. Una realidad es la del cliente: lo que dice sobre su vida, sus deseos, sus luchas.

Otra realidad es la interpretación del consejero del cuadro del cliente con su personalidad y sus proyecciones se entrelazaron en él. La tercera realidad es la que surge durante la sesión cuando el cliente comparte sus puntos de vista y cuando usted ofrece, directa o indirectamente, observaciones tentativas para la consideración del cliente, y su validación o rechazo.

Construcción de la realidad

Con respecto a la construcción de su “realidad” sobre el cliente, establezca una regla para nunca decidir a partir de una carta natal cómo es un cliente o su vida. A partir del cuadro, solo puede tener sospechas sobre los problemas con los que está lidiando un cliente. Solo el cliente puede hacerle saber si es consciente de los problemas que usted recoge en el cuadro y cómo los está manejando. Las sospechas tentativas que tiene y los sentimientos que le da el gráfico son sus pistas para guiar al cliente. Es de suma importancia no confundir sus sospechas con hechos.

Mientras formula su 'realidad', recuerde que su cliente tiene una octava casa y Plutón y Escorpio en algún lugar de su carta. ¡La colocación de estos puede facilitar la retención efectiva de información cuando el cliente siente que tiene que tener el control de la situación! Ella puede retener la clave de un problema, el mismo hecho que valida (o invalida) sus sospechas, al menos hasta que se haya establecido suficiente confianza para que ella se sienta cómoda al revelarlo.

Además de Escorpio, su cliente tiene una duodécima casa y Neptuno y Piscis en algún lugar de su carta. Tenga en cuenta también que cada casa es la duodécima casa de la que le sigue, y que cada planeta y signo tiene un lado oscuro y oculto. Estos planetas, signos y casas pueden significar la supresión inconsciente de información, la información que busca. En muchas personas, encontrará una capa en el inconsciente que está menos protegida y, por lo tanto, más fácilmente accesible que un secreto guardado conscientemente. Cuando guía suavemente al cliente para que reconozca su negación inconsciente, le da una mejor comprensión de sí mismo y establece más confianza entre ella y usted.

¿Qué hace cuando encuentra resistencia por parte de un cliente? ¿Cómo maneja una gran discrepancia entre lo que indica el gráfico y lo que dice el cliente? ¿Cuándo mantienes la boca cerrada? ¿Cuándo dices algo? Cuanto dices ¿Cómo presenta la discrepancia al cliente? Si el cliente no está de acuerdo con usted, ¿qué hace? ¿Retrocede? ¿Sigues con el tema? ¿Cuándo te enfrentas? ¿Cuánta confrontación es aceptable? ¿Es seguro confrontar? (para ti y para el cliente)?

Por supuesto, no hay una sola respuesta a ninguna de estas preguntas. La respuesta depende de la dinámica entre usted y el cliente, el nivel de confianza y, básicamente, lo que intuitivamente siente es el enfoque apropiado para esta persona. Sin embargo, hay una observación primordial que debe hacer para decidir qué enfoque promoverá, en lugar de destruir, la confianza de un cliente.

La primera y constante observación que debe hacer es la conciencia del cliente de sus problemas. Cuando un cliente llega debido a un problema específico, es bastante obvio que lo que está escuchando de él se ajusta a su “realidad” general de la carta natal, los tránsitos y las progresiones. Sin embargo, ya sea que el cliente presente un problema específico o no, puede haber una discrepancia entre lo que ve en el gráfico y la realidad consciente expresada por el cliente.

Mientras el cliente habla, haces dos cosas simultáneamente. Escuchas las palabras, escuchas lo que se dice, lo que no se dice. Al mismo tiempo, observa el lenguaje corporal: las expresiones faciales, el tono de voz, la postura del cuerpo, la aparente comodidad o incomodidad consigo mismo, con el sujeto, etc.

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Al comenzar a comparar la 'realidad' que ve y escucha del cliente con la 'realidad' de su gráfico, puede darse cuenta de que estas realidades entran en conflicto o que una aparece sólo como una fracción de la otra, o que la realidad del cliente indica algo que usted completamente perdido en el gráfico. O pueden revelarse otras comparaciones.

El enfoque y el punto de respeto del consejero deben estar en el grado de conciencia del cliente de su realidad ... PORQUE esta es la base desde la cual el consejero comienza la delicada tarea de llevar al cliente a ver una perspectiva más amplia, a descubrir potenciales, dificultades previamente no reconocidas , Etcétera.

Recuerde que el cliente puede tener muy buenas razones para reducir su conocimiento de algunas de las realidades de su vida. Tuve que trabajar con alguien que estaba controlando un comportamiento autodestructivo muy violento por una decisión muy temprana de enterrar los recuerdos y mantener los hechos sobre su vida fuera de su conciencia.

Como consejero, usted nunca tiene derecho a presionar al cliente más allá de lo que el cliente quiere, y debería haber averiguado cuando se comunicó con el cliente por primera vez, y nuevamente al comienzo de la sesión, cuáles son las expectativas del cliente. Tu función es cumplir esas expectativas, ni más ni menos. Nunca intente forzar al cliente más allá de lo que parece estar dispuesto a explorar.

Para ilustrar algunas formas de salvar las discrepancias entre la “realidad” del cliente y la “realidad” del consejero, los siguientes párrafos describen formas de lidiar con el problema bastante frecuente y generalmente difícil de manejar del abuso infantil. A partir de estos ejemplos, puede derivar paralelismos para manejar otros problemas.

Suponga que el cuadro de un cliente muestra la posibilidad de algún tipo de abuso durante la infancia y que usted reconoce los problemas y el comportamiento expresados ​​por el cliente como típicos del síndrome de víctima y la baja autoimagen de un niño abusado. Él le ha dado varias pistas sobre posibles abusos sin ni siquiera decirlo directamente.

Una forma indirecta de avanzar hacia el tema es hacerle preguntas al cliente sobre la familia inmediata, los parientes cercanos y escuchar no solo la respuesta, sino también el lenguaje simbólico que el cliente usa para expresarse. Mientras escucha su respuesta, puede aumentar o disminuir su nivel de sospecha de manera apropiada. Tarde o temprano, el cliente sentirá curiosidad y le preguntará por qué hace estas preguntas, qué es lo que ve en la tabla. Esta consulta le da una oportunidad para ofrecer tentativamente alguna parte de la 'realidad' de su gráfico para su consideración.

Por otro lado, si el gráfico y el comportamiento del cliente lo justifican, puede ser más directo con el cliente. Puede indicar con cuidado que la tabla indica un potencial de abuso y desea saber si el cliente está al tanto de algo en este sentido.

Ya sea que aborde el tema de manera directa o indirecta, es importante enfatizarle al cliente que los gráficos reflejan solo potenciales, no hechos, y retroalimentar al cliente con delicadeza lo que ha dicho que lo hizo sospechar de abuso, o los patrones en su vida que podría tener el abuso como su causa. Mientras le da esta información al cliente, observe su reacción de cerca. La reacción puede variar desde la negación desafiante hasta la aceptación tranquila y la relación de algunos recuerdos apropiados.

En mi experiencia, las reacciones de los clientes varían mucho. Por ejemplo, varios clientes admitieron que efectivamente hubo abuso verbal y abuso emocional en la familia, pero rápidamente agregaron que no había “nada sexual”. En este punto, vi a Escorpio en toda la tabla. En una coyuntura como esta, puede ser muy tentador decir algo como: “No dije nada sobre una forma de abuso sexual; ¿Por qué lo mencionas? Debido a que tal declaración es una confrontación claramente desafiante, puede causar una violación de la confianza de su cliente y es mejor evitarla. En cambio, simplemente tome nota de cuán a la defensiva está el cliente sobre el posible aspecto sexual del abuso pasado. Aumenta o reduce tu nivel de sospecha. Simplemente téngalo en cuenta y continúe verificando (o invalidando) la posibilidad de abuso a medida que conoce mejor a su cliente.

Otra respuesta del cliente a la sugerencia de abuso es minimizar el alcance y las consecuencias del abuso. El razonamiento es que, en comparación con muchas otras personas, lo que ha pasado el cliente no es nada en absoluto. Otra reacción común es afirmar que, de hecho, hubo abuso, pero el cliente lo ha tratado hace mucho tiempo y ahora todo está bien. En ambos casos, mientras supervisa la reacción del cliente, debe mencionar la discrepancia que está experimentando, si la hay, entre lo que indica el gráfico del cliente, sus palabras y su lenguaje corporal. Es un buen momento para comentarle al cliente qué pistas le dio en el camino que le hacen sospechar que la herida creada por el abuso puede necesitar más curación.

Si el cliente niega cualquier forma de abuso, observe la rapidez con la que lo hace. Si hace una pausa por un minuto y responde con calma: “No, que yo sepa”, podría ser que, de hecho, lo que pasó no fue abusivo, o no se consideró abusivo. Es importante recordar que lo que a usted le parece un comportamiento totalmente inapropiado hacia un niño, puede haber sido para este niño, en su vida diaria, el único mundo que conocía, y le llevará algún tiempo darse cuenta de la efectos duraderos de su entorno infantil.

La negación puede ser totalmente honesta porque la persona no es consciente de ese aspecto de su pasado. Continúe trabajando con esa persona, teniendo en cuenta su sospecha de que ha ocurrido algo que puede haber herido a su niño interior más de lo que su yo adulto es consciente.

La negación inmediata y firme de la sugerencia de abuso por lo general refuerza mis sospechas de abuso real y puede reforzar las suyas. Si el cliente se apresura a decirle que, no, no hubo abuso en su familia, que tuvo una infancia normal, en una familia muy feliz, escuche la negación clara, eleve el nivel de sus sospechas y respete la negación del cliente. Cuanto más enojo sienta en la voz y el lenguaje corporal del cliente, más fuertes serán sus sospechas. Pero siguen siendo sus sospechas y no hechos.

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La medida de la fuerza de la negación también puede ser una medida de la fragilidad de la persona frente a usted y su esfuerzo consciente / inconsciente de por vida para mantener las experiencias traumáticas fuera de su conciencia y la conciencia de los demás. Su negación puede ser un pilar de su funcionamiento psicológico, un pilar que debe ser respetado y no agredido de ninguna manera.

En este sentido, todo consejero debe tomar en serio la siguiente precaución. A medida que nuestras sospechas se basan en nuestras percepciones del cliente y su historial, surge el deseo muy humano, y el peligro, de querer que nuestra interpretación se ajuste y de querer probar el abuso, a veces incluso para probarlo rápidamente, sin importar el costo emocional para el cliente. Hacer realidad este deseo puede indicarle al consejero reflexivo un posible abuso en su propio pasado.

Por el contrario, en muchos casos, debe retroceder y mantener la boca cerrada. Es importante recordar que hay momentos en los que el dolor emocional debe permanecer intacto, oculto al cliente. Incluso si los aspectos indican que es un buen momento para que el cliente analice estos problemas, recuerde que esta es SU interpretación del historial del cliente. La disposición real del cliente y su deseo de explorar son los criterios. Hasta que los vea claramente, no persiga un problema.

Puede haber muchas razones inconscientes por las que un cliente no está dispuesto a hablar sobre ninguna forma de abuso. Un ejemplo típico es cuando, cuando era niña, se le dijo a la clienta que nunca le dijera nada a nadie o de lo contrario ocurriría algo horrible, como la muerte de su madre o su propia muerte. En un cliente con esta orden judicial enterrada, usted insiste en el tema solo refuerza sus miedos inconscientes de un gran peligro inminente. A veces, acercarse demasiado al problema puede hacer que el cliente sea extremadamente destructivo hacia sí mismo o hacia usted. Por ejemplo, ¿está listo para manejar a un cliente que de repente se precipita de cabeza hacia la pared? ¿Cómo reaccionaría si un cliente lo amenazara?

¿Cuánto abuso ha sufrido la persona? ¿Qué tan profunda es la herida? La gráfica no te lo dirá, incluso si te está “gritando” que hubo abuso. Sepa que una ocurrencia única puede ser tan hiriente como el abuso repetido. Podría haber un abuso ritual satánico que todo el ser de la persona no está dispuesto a revelar.

Incluso si el cuadro indica violencia, es posible que su imaginación más salvaje no se dé cuenta de lo que pasó el cliente.

Psicoterapeuta regular

Por otro lado, también puede haber razones conscientes por las que el cliente no quiera admitir o hablar sobre el abuso o cualquier otro tema que usted señale. Puede que no confíe en ti para manejar la situación. Puede que esté haciendo un trabajo de curación con otra persona, como un psicoterapeuta 'habitual'. Es posible que sienta que la razón por la que vino a verte no está relacionada con el abuso. En tal caso, cuanto más intente hacer que ella 'admita' que fue abusada, más enojada se volverá. Ella puede estar muy consciente de los problemas que le presenta; ella puede haber trabajado en ellos durante años, luego acudir a usted en busca de algo completamente diferente y querer que se ciña a sus preguntas, no que juegue al 'terapeuta'.

Por estas razones, nunca confronte a un cliente sobre el tema del abuso infantil. Más que cualquier otro problema psicológico, la voluntad de explorar la posibilidad de abuso infantil tiene que provenir del cliente mismo. Ella tiene que llegar a la comprensión, tiene que juntar uno y uno.

Y un recordatorio más para promover su seguridad y cordura: la razón más importante para retroceder, para guardar silencio, es una que surge de usted, no del cliente. Aquí es cuando siente que el problema del cliente toca algo en usted. Pregúntese constantemente: “¿Cómo me siento acerca de lo que se está desarrollando? ¿Soy realmente capaz de manejar esta situación? ' Nunca es demasiado tarde para echarse atrás y derivar al cliente a alguien que se encuentre en un mejor espacio psicológico para apoyar el proceso del cliente.

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